La mayoría de los niños empiezan a ver televisión antes de entrar en la escuela. Según la Kaiser Family Foundation (KFF):
• Dos tercios de los bebés y niños miran una pantalla una media de dos horas al día
• Los niños menores de 6 años miran una pantalla una media de dos horas al día, fundamentalmente TV y vídeos o DVDs
• Los niños y adolescentes entre 8 y 18 años pasan casi cuatro horas diarias delante de una televisión y casi dos horas más en el ordenador (fuera de la escuela) y jugando videojuegos
La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que los niños con menos de dos años no vean nada de televisión y que aquellos mayores de dos años no vean más de 1 ó 2 horas al día de programación controlada.
Los primeros dos años de vida se consideran una época crítica para el desarrollo del cerebro. La TV y otros dispositivos electrónicos pueden interferir con la exploración, juegos e interacción con padres y otros, que les incitan a aprender y a desarrollarse física y socialmente.
A medida que los niños se hacen mayores, demasiado tiempo delante de una pantalla puede interferir con actividades como actividades físicas, lectura, realizar las tareas de la escuela, jugar con amigos, y pasar tiempo con la familia.
Por supuesto, la televisión con moderación puede ser una buena cosa: los niños de preescolar pueden aprender el alfabeto, los niños en edad escolar pueden aprender sobre la vida de los animales y los padres pueden mantenerse al día con las noticias. No hay duda de que la televisión puede ser un buen maestro y un buen entretenimiento.
Pero a pesar de sus ventajas, demasiada televisión puede ser perjudicial:
Los niños que pasan de manera rutinaria más de cuatro horas diarias viendo televisión tienen mayor probabilidad de desarrollar sobrepeso.
Los niños que ven actos violentos es más probable que muestren no sólo comportamientos agresivos sino también miedo al mundo y a que les pase algo malo
Los personajes de TV a menudo muestran comportamientos peligrosos, como fumar o beber, y también pueden reforzar los roles sociales y los estereotipos raciales.
Cuando se trata de ofrecer soluciones, los responsables de los niños muestran diferencias. Mientras unos sugieren que se vigile lo que se mira en la televisión, otros piensan que nada de televisión es la mejor solución. Y otros mantienen que es mejor que los padres controlen el uso de la televisión y enseñen a los niños que es sólo para ocasiones especiales, no para un escapismo constante.